6.3.10

El alcoholimetro

Hace unos días, quizás algunas cuantas semanas se creó de forma repentina una fuerte polémica, todo gracias a la gran participación de los ahora ya famosos “coyotes del alcoholímetro”

A raíz de esta situación han salido a la luz varios temas más, todos en su momento dirigidos a la importancia que el gobierno le brinda a este programa de conduce sin alcohol.

Uno de los temas de mayor importancia fue sin duda la participación del alcoholímetro dentro de las redes sociales, ya que se hablaba de como por medio del Twitter, y en algunos casos por medio de Facebook, la población ahora se podía enterar de las ubicaciones en la ciudad del ya mencionado retén.

Sin embargo, como siempre, no bastaba mucho tiempo para que todos voltearan la vista a algo que ya bien se sabía que estaba ahí.

Pero el tema de este post no es el criticar por que no se había dicho nada antes, o por qué no se mencionó de un modo más adecuado.

Este post va referido a las impresiones personales acerca del mismo.

La sociedad se encuentra notablemente molesta, las opiniones son varias, entre ellas la más evidente que se podía esperar, “la peor información que se puede recibir”, la información que pareciera tan enviada por el mismo anticristo, la cual permitiría a los novatos criminales poder cometer las más grandes fechorías de la historia.

Claramente, mi posición en este tema también es debatible, yo estoy de acuerdo en conocer la ubicación del mismo, ¿razones?, claro, las tengo:

  1. La información es un derecho, un derecho universal, tengo derecho de conocer las cosas que acontecen en mi ciudad, la información es mi derecho.
  2. El dar a conocer la ubicación de donde se localiza el retén, no implica que se cometa alguna irregularidad, no están infringiendo la ley, lo reitero, están proporcionando una información, de ningún modo están dando algún consejo, o incitando a que se viole la ley, solo informan algo, de lo cual ya he mencionado en el punto 1.
  3. El dar la información de una ubicación únicamente proporciona eso, una ubicación. En ningún momento dan a conocer alguna información de cómo evadir las revisiones que se hacen, ni proporcionan ideas sobre cómo poderse dar a la fuga en algún momento de desesperación, y aún más importante, no te proporcionan servicios de suplantación o coyotaje. Y dicho de paso, tampoco te proporcionan ideas acerca de las posibilidades o incitan al soborno o corrupción.
  4. El hecho de que yo conozca la posición de un retén, me otorga las posibilidades de que, por medio de mis propias facultades, me sea grato tomar dos posibilidades:
    1. Puedo tomar el camino de los retenes, así sabré que gracias a esto voy por un camino más seguro, donde posiblemente mi integridad no se vea afectada, ya que supuestamente, los conductores ebrios evadirán estos mismos.
    2. Puedo tomar la decisión de no tomar estos caminos, ya que ustedes de verdad no conocen lo desesperante que resulta que en una noche te hagan 3 veces la misma pregunta; te hagan formar una fila donde en promedio tardas 10 minutos por cada una; donde a pesar de que te han realizado la pregunta de que si has consumido alcohol, y donde se ha respondido negativamente, pero por pura superstición de los agentes (o quizás por tu fea cara) hagan de todos modos la prueba en 2 de las 3 ubicaciones; donde en uno de los puntos, por la fuerza quieran decirte que tienes niveles de alcohol, aunque uno no haya consumido nada (por dios, vengo de trabajar) y te tengan que hacer la prueba 2 veces (resulta curioso el hecho de que algunas pruebas den positivo y/o negativo); de verdad que resulta molesto, por eso es mi libre decisión el no tomar los caminos mencionados.
  5. Verdaderamente dudo que la gran mayoría de la población que salga a tomar, esté al pendiente de donde se ubica un retén, no tendría lógica, acepto que mucha gente lo haga, pero no es una mayoría.

Por consiguiente, he obtenido algunas conclusiones muy propias:
  • El hecho de proporcionar información no te convierte en un criminal, simplemente se colabora con un derecho universal.
  • El principal actor que debe de influir a la disminución de accidentes a causa del alcohol somos nosotros mismos, nosotros que hemos permitido a nuestros familiares, compañeros o amigos tomar el control de un volante cuando sabemos que se ha tomado, pero simplemente los solapamos por no tomar un taxi, por llegar rápido, por comodidad, por el hecho de que los padres no noten que nos hemos llevado el carro, o cualquiera sea el pretexto. La posibilidad de cambiar todo esto radica en nosotros, ya que nosotros somos los consumidores, es seguro que nadie nos ha obligado a tomar.
  • “La culpa no la tiene el indio, si no el que lo hace compadre”. La culpa no la tienen los consumidores, si no las autoridades, que se manejan con niveles de impunidad y de corrupción muy grandes, donde permiten que los bares estén abiertos a altas horas de la mañana, donde permiten que en estos establecimientos se vendan todo tipo de sustancias, incluyendo por supuesto, drogas.
  • Si me han de comentar que no todos salen ebrios de bares o antros, sino también de fiestas o reuniones con conocidos, les pediré que lean detenidamente el segundo punto de mis conclusiones.

Como parte final de este post, he de afirmar, si bien es cierto que algunas personas logran evadir al alcoholímetro, porque se les ha proporcionado la localización, tengo muy arraigada la idea de que la misma en una mayor parte se las dicen en los lugares donde la sociedad se reúne a convivir, ya que por todos es conocido, que tanto los meseros, como las personas del valet parking siempre saben dónde está el alcoholímetro… y si, lo saben, pero ellos no son tan famosos como una red social, así que tendrán que esperar su oportunidad de volverse famosos por hacer algo, que todos sabemos que hacen, pero que nadie dice nada, porque se necesita ahogar el niño, para después tapar el pozo… porque este es el país donde no pasa nada.

P.D. Si algún conocido suyo desafortunadamente ha fallecido a causa de algún tercero alcoholizado, mi más sentido pésame, pero como decía mi abuela Q.E.P.D. "Cuando te toca, te toca"

Si gustan, pueden odiarme, es opcional.